El filtro de carbón activado es capaz de tratar el cloro y sus derivados, el ozono, tenso activos iónicos, solventes, pesticidas y contaminantes orgánicos presentes en el agua.
El filtro a presión está constituido por un cuerpo cilíndrico y dos fondos abombados de tipo seudo-eliptico, construidos en acero al carbón pintados o en acero inoxidable esterilizables al vapor.
El medio filtrante contenido en el filtro es carbón vegetal o mineral de la granulometría seleccionada para favorecer la cinética del mecanismo de absorción permitiendo una optimización del tiempo de contacto requerido. El filtro viene calculado y realizado según el requisito PED/ASME para aparatos en presión
Al interior del filtro están colocados los siguientes accesorios:
Una placa de acero perforada que funge como soporte para el medio filtrante.
Un juego de boquillas especialmente diseñadas y montadas en la placa que no permiten la fuga del medio filtrante y garantizan una distribución uniforme del agua en el proceso de lavado y en el contra lavado;
Un sistema de descarga, a través de una tubería dedicada, del material atrapado del medio filtrante.
El filtro está dotado de:
Tubería de servicio.
Registro hombre para la carga del carbón y para inspección periódica.
Manómetros instalados en el ingreso y en la salida.
Un medidor de presión diferencial en acero inoxidable.
La operación del sistema de filtración está automatizada y es operada por PLC.
La aplicación principal de los filtros de carbón activado es:
Decoloración;
Eliminación de tenso activos y solventes;
Eliminación de pesticidas y microbios orgánicos;
Eliminación de los derivados del amoniaco
Eliminación del derivado del cloro y todo oxidante
Eliminación de materia orgánica de efluente industrial
Pre tratamientos para osmosis inversa
Post tratamiento de aguas residuales
Remoción de olores.
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